[Capítulo 12- Limón y Canela]

Cualquier cosa estaba bien, al menos hasta que aquel miserable y extraño dolor de su pecho se fuese, mientras esos pensamientos penosos desaparecieran de su cabeza o el eco provocado por la soledad que se extendía por cada hueco de su corazón se extinguiera. Mierda, ni siquiera en sus días de su adolescencia había sido tan sentimental, aún a pesar de los factores externos que no se lo habían permitido. Pero con Granger, demonios, había sido intenso. En el corto y muy endemoniado tiempo transcurrido, uno al lado del otro, había sido suficiente para volverse completamente loco y lo único que había obtenido de ella era un simple beso; demasiado bueno para haber sucedido realmente.

Merlín sabía cuánto hubiera deseado embriagarse, y olvidar todo por un día que había tenido el placer de conocerla más de lo que ya lo hacía. Pero al contrario de lo que tanto había anhelado, sólo había sostenido la botella por doce horas hasta el inmundo amanecer, con setecientas mil maneras de aparecerse en la puerta de Hermione en busca de algo de consuelo y la pura e irrelevante verdad de lo sucedido.

Sin embargo, era Draco Malfoy. Tenía una reputación que mantener, claro. No se rebajaría al punto de parecer una reina del Drama. Aunque esperar que ella tomara la decisión de aparecerse y dejase su cobardía, le era extremadamente desesperante.

-¡Reparo! -la voz de Rita lo sacó de sus cavilaciones y se giró hacia ella, estaba concentrada ordenando los jarrones hecho pedazos en sus lugares correspondientes. Se había tomado las molestias de arreglar las ventanas, sólo las ventanas después de aquella primera noche sintiéndose como un idiota. Lo demás seguía igual de destruido, era una parte que lograba dejar en equilibrio su muy desordenada vida; quería estar sorprendido de su repentina aparición luego de haberla mandado a volar hace días, pero había descubierto desde hacía ya bastante tiempo, que era una muchacha muy insistente. Y allí estaba, casi o igual de fiel que un elfo doméstico, bastante alegre haciendo los quehaceres -. Buenos días, Señor Malfoy ¿quiere un té de Canela?

-Nada más me subiría el ánimo que un maldito té de Canela.

Volver no había sido en un principio lo que esperaba, conseguir una nueva secretaria era por lejos el peor de los trabajos. Sin embargo, había logrado encontrar una decente y bastante fea. Prefería eso mil veces, que más distracciones. Más de las que ya tenía escuchando al Ministerio de Magia hablando sobre la hazaña del cuarteto de Aurores.

-Dije que no quería ser molestado -murmuró sin levantar la vista de los papeles en sus manos al escuchar la puerta abrirse. Por un instante el silencio se mantuvo intacto pero luego de un par de segundos, el mismo, murió.

-Tengo una propiedad en Australia, es bastante vistosa y creo que podemos llegar a un acuerdo si el precio le parece razonable, señor Malfoy -frunció el ceño y lentamente fue levantando la cabeza. Hermione estaba frente a él, usando ese maldito conjunto que lo ponía de los pelos -. Hola.

-Granger -la vio arrugar los labios con exasperación.

-¿Es todo? ¿Dirás Granger y nada más?

-¿Qué esperas que diga? ¿Hola, cómo estás, qué otras mentiras vienes a dejar relucir en este muy soleado día de mierda? Si viniste por eso, pues te invito a que te retires.

-Tienes razón, fue estúpido -el rubio suspiró y se arrellenó en su asiento, dispuesto a escucharla, porque sabía que no sería lo único que diría -. Lo siento, por todo.

-Bien. Puedes marcharte con la consciencia limpia y con el espíritu Gryffindor renovado. Buena suerte, y que te pise un tren.

-Malfoy, deja de ser un idiota.

-Oh, créeme Granger, estoy siendo muy amable contigo. ¿Qué pensabas que sucedería después de que se resolviera el caso y tu maldito nombre saliera entre los sobresalientes Aurores en El Profeta? ¿Yo aplaudiendo tu ingenio? ¿Yo felicitando con una palmadita en la espalda a los idiotas de tus amigos y al imbécil de Blaise? Pues no, no Granger. ¡Carajo, nadie usa un Malfoy! Maldición, no -a esas alturas, y sin saber cómo, estaba frente a ella. Demasiado cerca, más de lo que hubiera esperado -¿en qué estabas pensando cuándo decidiste que entrar aquí sería una buena idea?

-En su momento había sido una gran idea. Nada sucedería si el odio seguía intacto, era un escudo suficiente ¿comprendes? -murmuró con pesar -. Pero luego me encontré que el Draco Malfoy que yo conocía ya no existía, y a cambio del maldito mocoso mimado, se encontraba alguien, alguien diferente. Alguien que no podía controlar como esperaba -Draco estaba seguro que ya no escuchaba lo que decía - Sólo requería información, no pienses que lo que haya pasado entre nosotros, si es que realmente sucedió, fue una artimaña. Después de todo, Blaise fue quien logró concretar el caso.

-¿Fui una distracción?

-Un infortunio, pero uno bueno, supongo.

-No, habrías llegado a ella de todas formas, pero Blaise es un maldito idiota con suerte.

-¿Gracias? -se sonrieron, era lo más estúpido y efímero, pero para Draco había sido suficiente.

-Granger, eres una maldita, te odio. No sabes cuánto -susurró, como si fuera un secreto que esperaba que sólo ella lo supiera -. ¿Tenías que traer ese conjunto? Por Morgana-Hermione atinó a decir algo pero nada salió de su boca más que un pequeño gemido de sorpresa. Mentiría si no dijera que había estado extrañando aquello, ese momento en que sus labios y los suyos se fundieran en un, prácticamente, feroz beso necesitado -. Hueles a limón.

-Canela, definitivamente hueles a canela -estaban a punto de volver a unir sus labios cuando un halo de luz los rodeó y un ciervo se presentó.

-Ginny, bebé, desesperación.

-¿Bebé? -Hermione abrió los ojos como plato.

-¡Por Merlín, James ya viene! -lo último que supo el rubio fue que, por segunda vez, se vio rodeado por decenas de cabezas pelirrojas y un grupo bastante grande de ex alumnos de Hogwarts en un caótico pasillo de San Mungo. Además de un mareo prominente por no estar preparado para aparecerse.

¿Algo más podía sucederle en el récord de un par de segundos?

-¡Draqui!

Sí, si era posible.

¿Corto? Hasta para mí, pero era eso o esperar más xD y ni yo soporto la espera 😂😂😂.

Muchísimas gracias por todos los comentarios y votos en el anterior capítulo, por leer y por colocarla en sus listas de lecturas. No hay nada más que me haga feliz que ustedes le den una oportunidad. 14k y 800 y tantos votos, cuando los vi juro que casi me desmayo 😵😵 ¡Gracias!

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