Mi amiga es una Mortifaga

Capítulo 4- Simples coincidencias.

Pasó una semana, demasiado rápido para ser verdad. ¿Qué estaba sucediendo con el tiempo? Jane, no le podía encontrar explicación.

Estaba perdiendo la maldita paciencia y Clara al parecer lo disfrutaba. Sabía que estaba ganando, maldito pajarraco. El avance de encontrar un "amiguito" Slytherin no era muy, por no decir nada, favorable.

Pero allí no terminaba su desgracia, la profesora Sprout le había quitado treinta puntos, por haber confundido el Lazo del diablo con una tentácula venenosa, ¿No era realmente parecidas? Parecidas, no era ni había sido la palabra clave para haber respondido a una amante de la Herbología. Que obviamente, sabía que no lo era.

La miraban ceñudos, bien podían pensar lo que quisieran, no es como si todos fueran sus estúpidos amigos. Y no es como si perder puntos fuese el fin del mundo, joder.

-Primera en la historia de Hufflepuff perdiendo más que dos o tres puntos.-Albert, el chico que aún no se cansaba de ser agradable con ella, detuvo su intento de escape-increíble.

-No es nada, sólo debes confundir el Lazo del Diablo con las tentáculas venenosas y será completamente efectivo.-éste rió melodiosamente mientras desparramaba su cabello como a una niña pequeña.

-Debería juntarme más seguido contigo.

-Pero sólo sería una mala influencia-susurró con picardía. No quería ser su amiga, pero con el tiempo práctica, aunque no enteramente, se estaba acostumbrando a él.

-¡Albert!-unos de sus amigos lo llamó. Él le hizo una seña y volvió su atención a ella.

-Niña mala, nos vemos en el almuerzo ¿Te parece?

-Claro.-dijo y él se reunió con los demás. Se encogió de hombros y se dirigió a las habitaciones. Pero la voz de Ronda nuevamente detuvo su escape.

-...sabes si Albert no fuese de tercero, creería que tu le...

-¡Oh no te atrevas a decir algo semejante!-horror fue lo que sintió y luego vergüenza. Ronda rió con ganas.

-Te ves tan mona toda rojita.

-te odio.

-Sabes que el sentimiento es mutuo.

~*~

-¿No es demasiado joven para ti?-Albert puso los ojos en blanco.

-¿Lo dice alguien que le gustan las ancianas?-éste sólo rió y se dirigieron a su próxima clase. Albert no estaba seguro, pero Jane, Jane era una criatura extraña que simplemente acaparaba su atención sin querer.

No podían culparlo.

~*~

Sentada entre los tejones Jane platicaba cosas banales con sus compañeros con una basta tranquilidad. Costumbres, gustos, libros, música, diversión. Era simplemente cautivador. Pero un escalofrío, algo que provocó que se removiera nerviosamente en su asiento la obligó a posar sus ojos en el simpático Director Dumbledore.

-¿Estás bien?-la voz de Linda la desconectó de la profunda mirada azul del director y le sonrió amablemente.

-sí, todo en orden...

-¿Escucharon lo que sucedió hace semanas atrás? Un niño de primero de los leones ¡fue colocado por primera vez en cien años en el equipo de Quidditch! Es realmente impresionante.

-Y estará con Oliver Wood, que privilegio...-Ronda chilló mientras movía sus manos en el aire. Jane no pudo salvaguardar su risa y simplemente la dejó ser.

-Su nombre es Harry Potter-Jane tosió un poco para mirar a Albert que de repente se había metido, sin embargo le interesaba realmente saber-y será buscador.-impresionante, se dijo. Quizás el año que viene...suspiró, sería bueno si no supiera que tal vez no tenía el talento. Pero no pierdes nada. Le dijo una voz interna.

~*~

Luego de pasar por Historia de la Magia, la clase más aburrida jamás creada. Jane se despidió de sus compañeros con una excusa tan poco creíble que se sorprendió lo estúpida que había sonado, sin embargo sabía como tejón que ellos eran demasiado nobles como para preguntar. Y se sintió libre para husmear en aquellos recónditos y obscuros pasillos de Hogwarts.

-No deberías estar aquí-se giró abruptamente para encontrarse con una niña de Slytherin.

-Sí, bueno...-carraspeó-al parecer tú tampoco.-abrió la boca pero una tercera voz completamente irónica hizo que ambas sintieran el corazón en la garganta.

-De hecho ninguna de las dos...

~*~

Genial, pensó mientras refregaba los asquerosos calderos y no muy lejos de allí, la pequeña serpiente de cabello castaño y unos ojos misteriosamente verdes, estaba pasando con mucha dureza la esponja en el suelo. En la miseria pura.

-¿Qué miras?-ésta cerró los ojos y sonrió de lado.

-Disculpa su majestad, pero los ojos fueron creados para mirar.-siguió pasando la esponja de acero en su caldero-Por cierto, soy Jane Perkis.

-Sé quién eres.

-Oh, que honor.-fingió sorpresa con la mano en el pecho.

-Susan Wile-dijo después de un silencio bastante prolongado.

-¿Cómo? Creo que no te escuché.-hizo una mueca y le frunció el ceño.

-Mi nombre es Susan Wile-Jane sonrió y de repente se acercó a ella, sin importarle que Severus Snape la regañara de nuevo. O que ella se sintiese extrañamente incómoda, lo que era obvio por su ceño completamente fruncido.

-un placer, Susan...-extendió su mano-compañera de castigo.

No sabía cuán acertada estaba en ello...

¡Una Nueva Sección se avecina para el Blogg!

 ¡ASÍ ES! Una Nueva Sección se Avecina para el Blogg, ¿de qué se trata? Bueno, si eso es lo que quieren saber, entonces les presento la súpe...