Mi Amiga es una Mortífaga

Capítulo 15- El Giratiempo*

Jane arrugó el rostro como si se hubiese tragado un limón entero. Un escalofrío, un tanto doloroso recorrió toda su espina dorsal mientras se colocaba de pie. Tenía un vendaje que tapaba toda su espalda y abdomen, bastante apretado, pero no lo suficientemente bueno como para detener el dolor y las punzadas.
-¡Choco!-llamó, el elfo inmediatamente apareció. Sus grandes ojos miraron a su ama con un tinte de preocupación.
-Pequeña Ama, no debe estar fuera de su camilla, Choco se preocupa...
-lo agradezco, de verdad. Pero tengo que salir de aquí, debo ver a Clara. Quiero que me lleves con ella-el elfo se retorció las manos con miedo y tristeza.
-Choco no puede, Choco quiere, pequeña Ama, pero no tiene la autorización para hacerlo-Jane frunció los labios con molestia. ¿Qué no podía hacerlo? ¿Autorización?
-¿A quién le debes lealtad?
-Yo, Choco-sus ojos se llenaron de lágrimas, le partía el alma, después de todo era su amigo, pero no había tiempo para ser cortés-a usted...
-exacto, llévame con Clara, ahora-Choco asintió y se acercó a ella, le tomó la mano con delicadeza y desaparecieron. Jane esperaba aire puro, libertad pero nada de eso pasó, estaban en el mismo lugar pero en un ala diferente-Choco, te dije que me llevaras con Clara.
-Choco la ha traído con ella, pequeña Ama, la señorita Clara está ahí dentro-el corazón de Jane se hizo un puño y un manojo de preocupación. Eso no estaba bien, eso no podía ser. Con dificultad abrió la puerta de par en par.
-¿Jane?-Clara estaba junto a la señora Harper, estaba quieta y dudaba en verdad que estuviese viva. Pero de no ser así, su rubia amiga no estaría ahí-Merlín...-susurró acercándose a ella.
-Auch-murmuró con dolor pero con una sonrisa de alivio.-Creí que algo malo te había pasado.
-Yo igual a ti.-dijo con el rostro pegado en el hombro de Jane.
-Me apuñalaron, fue algo raro-Clara rió y suspiró alejándose de ella.-¿Qué sucedió?-preguntó acercándose a la madre de Clara.
-La torturaron-respondió con un tono lúgubre, Jane la miró de reojo-Querían saber el paradero de mi padre.
-¿Tu padre? ¿Qué otras cosas no me has contado?-Clara pasó sus manos por la suave piel de su madre y sonrió con algo de pena.
-Tengo una tía con piernas de pato.
-Eso sí es... extraño.
-Un mal hechizo.-ambas asintieron en acuerdo.-Mi padre se fue cuando Altais y yo apenas comprendíamos el mundo. Mi madre jamás habló de él, pero la memoria del señor Harper era sin duda algo que respetar. Sin embargo, nadie lo menciona, mucho menos ella quién parece haber prometido jamás hacerlo.-Clara sacudió la cabeza, como si despejara algo que la perturbaba- Ellos lo querían, estaban altamente interesados.
-¿En qué?
-En él y su investigación. Se cree, o al menos eso averigüé, que encontró la forma de viajar en el tiempo.-susurró temiendo que alguien más escuchara mas de lo debido.
-Voldemort está muy deseoso de eso-reflexionó Jane.-está buscando la forma de cambiar algo, de la forma que sea.-hizo una mueca de dolor.
-Será mejor que vuelvas a descansar- quería negarse, pero realmente le dolía.-Iré a visitarte.-prometió. Jane salió de allí con pena. 
Ahora estaba segura de algo, eso no se quedaría así.
~*~
Joseph Perkis era de todo menos irresponsable e imprudente en su trabajo. Ser Sanador sin duda no era para cualquiera y él se sentía realmente honrado por ello. Después de todo, la mayoría de su familia lo creían "un cretino idiota con complejo de niño de cinco años", y vamos, eso no le importaba, afuera era otro, el verdadero y hasta un tanto exagerado Joseph Perkis, adentro, era sólo Perkis. 
Es por eso que al ver a Jane frente a frente saliendo curiosamente de una habitación que estaba seguro no tenía autorización, se molestó ante su insensatez. La pequeña tejón le sonrió con cierta inocencia, acompañada de una mueca de dolor. Le frunció el ceño y se cruzó de brazos.
-Te escucho.
-Suenas como a mi madre.
-Y tienes suerte de que no fuera ella quien te encontró.-ésta rodó los ojos y salió rengueando hacia el ascensor mágico.-¿A dónde crees que vas? no he terminado.
-No me gustan los sermones-escuchó un bufido y ella sólo dibujó una pequeña sonrisa en su adolorido rostro.-A parte, sólo eres mi primo.
-Y tu Sanador de cabecera.
-Pequeños detalles. Nada que no mate la indiferencia-Joseph entró con ella al ascensor y se colocó detrás de ella para revisar los vendajes-¡oye!-se quejó cuando sintió que subía su remera. El muchacho movió su varita y estos cambiaron a nuevos y relucientes vendajes.
-Estás sangrando, eres realmente una rebelde.
-sin causa-masculló apretando los dientes-¿Que rayos tenía esa porquería? ¿Por qué no cierra?-El Sanador suspiró mientras bajaba la remera de Jane y se colocaba a su lado. Había consultado en todos los libros que tenía a su mano y hasta había hablado con Sanadores ancianos expertos en maldiciones, pero ninguno conocía aquella. Si bien no había sido para matarla en el acto, lo estaba haciendo lentamente. Bellatrix sin lugar a duda quería darle un lento y doloroso fin mientras su "Señor Obscuro" tomaba su poder.
-No te preocupes, encontraré la manera de hacerlo.-llegaron hasta la tercera planta, dado que su caso fue dado como envenenamiento, a pesar de que Joseph creía fervientemente que era una maldición. Miró por sobre su hombro cuando sintió que Jane no lo estaba siguiendo, ésta estaba apoyada en la pared con la respiración errática.
-Creo...Creo que en verdad fue u-una mala i-idea-murmuró riéndose con algo de histeria. El Sanador la levitó sin ninguna dificultad antes de que ésta se diera de bruces contra el suelo.
-A veces es bueno que aprendas a las malas-dijo él antes de adentrarse junto a ella en la habitación.





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 ¡ASÍ ES! Una Nueva Sección se Avecina para el Blogg, ¿de qué se trata? Bueno, si eso es lo que quieren saber, entonces les presento la súpe...