El equipo Siete junto a Hinata no perdieron tiempo y en cuanto Shikamaru le había dado su "problemática" aceptación, ya tenían los bolsos listos para irse a la Aldea de la Hierba. Los pequeños ya tenían sus cosas en sus respectivos bolsas de bebé y ahora solo esperaban a que sus Niñeros les fuesen a buscar.
Para la No Sabaku, sacar de la siesta sagrada del Nara no había sido nada fácil y mucho menos si lo había levantado para ir por un par de mocosos. Sabía positivamente que ella pensaba igual y que prefería el hermoso mundo de la tranquilidad, pero comprendía a su hermano y a su esposa el estrés que conllevaba ser padres. Y no se imaginaba sus amigos.
Y como se llamaba Temari iba a ser una gran tía y lamentablemente una niñera. Por eso lo sacó a golpes.
-lo sentimos mucho Hokage-sama, Uchiha-sama-dijo la rubia de cuatro coletas mientras miraba a los dos pequeños que estaban prendidos de las piernas de sus madres-hubo un pequeño improvisto y no pudimos llegar antes-añadió fulminando con la mirada al castaño cabeza de piña que solo bufaba, al mismo tiempo en que trataba de hacer que se tranquilizara el pequeño pelirrojo en sus brazos. Claro que no porque quiso.
-¡No te preocupes Tema-chan! ¡y ya deja las formalidades, todos te consideramos una gran amiga!-exclamó Naruto riendo como él solo sabía hacer-¿Ese es el pequeño de Gaara-kun?-preguntó acercándose a Shikamaru.
-¡Oh, pero es indéntico a él!-exclamó Sakura colgándose del brazo de Sasuke que solo suspiró con paciencia, antes los arranques cariñosos de su esposa.
-a que si-dijo Naruto despeinando aquellos, ya, rebeldes cabellos rojizos-tiene un padre maravilloso y dos tíos geniales, debes ser el niño más mimado de toda la aldea-el pequeño se sonrojó levemente y escondió su carita en el hombro del Nara.
-Es muy tierno-susurró Hinata sonriendo encantadoramente. Luego de dar halagos de un lado a otro, llegó el momento de dejarles sus hijos. Aunque fue un inmenso alivio para los Hombres de la casa, no fue tanto para las madres que a pesar de anhelar aquel descanso, nunca podrían separarse así de ellos. Sin embargo, Temari tenía tacto con los niños y aunque era una mujer temeraria, era sin duda alguna una muchacha con un gran corazón. Y el vago resultó tener sensibilidad con los mismos.
-Tengo miedo-susurró Sakura cuando tomó su mochila-y no con los muchachos, sino con los niños-Sasuke sonrió levemente y la abrazó por detrás.
-Es cierto, se portaron demasiado bien para ser verdad.
-¿Crees que tramen algo?-preguntó de forma divertida.
-Espero que no-respondió Sasuke separándose de ella- pero si sé que...si a nosotros nos hacen la vida imposible, a ellos les irá mucho peor.
-no seas así Uchiha-dijo con reproche mientras se dirigían hacia la salida.
