Vampiro.




La sociedad, toda ella, tenía una facilidad para hacer de lo sobrenatural en algo inaceptable por alguna extraña razón. Pues tenía que haberla, debía existir una para comprender porqué lo que estaba bastante lejos de la normalidad, debía ser malo...

Y... Una noche lo descubrí.

Bastó sólo observar sus ojos llenos de malicia pura entre tanta gente. Nadie lo había influenciado, de alguna manera lo sabía: esa era su maldad; una maldad auténtica de aquella que, incluso, la Santa Biblia hablaba. Él era malo. Él, que hasta ese día sólo era algo ficticio en mi cabeza, estaba frente a mí burlándose de la misma realidad con esa peligrosa belleza.

El miedo que me dominó en ese instante fue enfermizo y, aunque intenté darme fuerzas -que al fin y al cabo no tenía-, no sentía que hubiese alguna escapatoria a mi alrededor. Estaba acorralada y quizás, hasta perdida a pesar de la distancia que nos había separado.

Y pronto se volvió real. Pronto mi espalda chocó contra la pared y su mano fue a mi cuello con rapidez. No existía una forma para explicar la horrible sensación de estar entre la vida y la muerte, mientras mis pulmones sufrían por un poco de aire.

—¿P-por qué? —Atiné a preguntar.

Tenía que saberlo. Tenía que escucharlo de su boca pues, no entendía porqué mi muerte estaba cerca. Y fue allí en que pude notar que sus ojos me miraron realmente. Unos ojos preciosos azules verdosos, que hacían que su piel pálida tuviese algo más de vida. Vida que él no tenía.

—Es mi naturaleza. —Respondió en un siseo antes de abalanzarse sobre mí.

Lo último que recuerdo de esa noche, fueron sus colmillos sobresalir como dos agujas filosas de su boca. Lo demás, sólo fue oscuridad, una oscuridad que aún me acompaña...

¡Una Nueva Sección se avecina para el Blogg!

 ¡ASÍ ES! Una Nueva Sección se Avecina para el Blogg, ¿de qué se trata? Bueno, si eso es lo que quieren saber, entonces les presento la súpe...