Canuto


 

Capítulo 4

Estaba a un día de navidad. La celebración se llevaría a cabo en casa de James, y Sirius no podía estar más feliz por ello. Tanto que no había dormido y se paseaba por toda la casa como un cachorro, llevando de un lado a otro a la pequeña Sam en su lomo. Pero eso sólo logró dejarlo exhausto y había terminado por sucumbir a un profundo sueño.

Elizabeth ya estaba convencida que él no le haría caso en nada si le exigiera que dejara de ser el pulgoso de Canuto o que no se echara sobre su alfombra de lino, que no desarmara los rollos de papel higiénicos. Así que simplemente, resignada, durmió con él, en forma de perro, toda la siesta. No había nada más perturbador que eso.

~*~

-Sirius-éste estaba panza para arriba moviendo su cola entre sueños. Su lengua estaba afuera y la cabeza literalmente colgando de la cama. Se veía tan adorable-¡Sirius!-un golpe seco y un lastimoso lloriqueo sacó al pulgoso del sueño profundo.-Ya no seas llorica, mi madre me ha invitado a tomar té, me llevaré a Samy-Éste asintió, era un perrito negro tan tierno, pero la ex Hufflepuff no lo iba admitir tan a la ligera. ¿A quién engañaba? Lo agarró desprevenido y lo acurrucó con fuerzas contra su pecho-¿por qué eres malditamente adorable Black?-pero en cuanto sintió que éste comenzaba a transformarse lo soltó como un costal de mierda.

-Rayos mujer, te denunciarán por matar a tu esposo por exceso de amor-estaba sentado en el suelo como llegó al mundo, ya sin ese pelaje que, a veces, cuando se bañaba era suave. Sin sus ojitos de cachorrito bueno, sin ese hocico, aunque, no, eso permanecía.

-vístete, perro rastrero.

-A veces pienso que te gusto más como perro que como humano-ésta sonrió mientras buscaba lo que había venido a buscar.

-De ninguna de las dos maneras eres obediente, amor ¿cuál es la diferencia? además creo recordar que tuvimos a Sam como dos humanos normales.

-Eso es lo que tú quieres creer-estaba apoyado en el umbral del closet con la sábana rodeando su cintura y una sonrisa pícara. Un zapato salió volando en respuesta, el que gracias a Merlín, había esquivado por sus aún buenos y mejorados reflejos, "Quidditch y Sam" cabía destacar.-entonces tu madre te invitó a tomar té-ella asintió con el abrigo de Samanta en las manos y el suyo-eso significa...

-noche de chicos-susurró ésta dándole un beso en la mejilla.

-¿sólo en la mejilla?

-Si la ancestral casa de los Black sigue en pie para cuando regresemos-lo miró con coqueta altanería- te daré el resto-añadió pasando su lengua por sus labios y dándole una palmada en la mejilla, con menos suavidad de lo que hubiera esperado.-comportense.

-¡Jamás, cariño!

 ~*~

Sobó sus manos con cierta anhelación, ya casi no tenía tiempo para cosas de chicos, aún si sonaba tan... "suavecito" por lo que su sonrisa ya no se borraba con nada. Con un atuendo completamente negro, reluciente y elegante se encaminó a la casa de los Potter. Las llamas verdes lo envolvieron y lo succionaron dejándolo segundos después en una bonita chimenea frente a unos Gryffindorianos sillones y juguetes, que sin querer pisó, desperdigados por todo el suelo.

-Ese Harry, todo un rebelde-dijo orgulloso-¡Cornamenta, compadre!-de la cocina salió una asustada pelirroja, susto que pasó de desconcierto a uno de puro enojo.

-¡¿Es que no sabes avisar maldito lunático?!

-correción Lily querida, soy canuto, tanto años conociéndonos ¿y ya no nos distingues?-ésta rodó los ojos y se cruzó de brazos.-¿Dónde está, Cornamenta?

-¿Qué está sucediendo aquí?-su amigo apareció a mitad de las escaleras con un pequeño Harry enjabonado hasta los pies jugando con un pequeño patito de hule en sus manos.-Ah, Canuto, eres tú.

-¿"Ah, Canuto, eres tú"? ¡Que le has hecho pelirroja!

-¿qué? ¡de qué rayos estás hablando, estúpido!

-Mandilón me lo han hecho, ven aquí pequeño, papá Canuto arreglarás las cosas.-pero éste negaba, pasando su mano por sucuello a modo de aviso de una muert prometida.

-Te mataré-Sirius quedó petrificado con las manos en el rostro y una pierna cubriendo sus partes mientras que Lily quedó con sus dos manos en forma de garras y una mirada completamente desquiciada. James los había petrificado cuando Harry había tomado la ventaja de escurrírsele de las manos copletamente desnudo, miró hacia atrás y escuchó el chapuzón en el baño y una risita traviesa, suspiró ¿Tenía que arreglar todo siempre él?

-¿se van a calmar?-ninguno dijo nada, obviamente, pero lo tomó como un sí.

-Él/ Ella empezó-éste rió suavecito y chasqueó la lengua a modo de desaprobación.-¡Dile algo!

-Pueden seguir así toda la tarde y no lograremos avances.

-¡Cierra la boca!

-ya, ¿qué querías, Sirius? estaba en algo importante antes de que llegaras.

-¿Bañando a Harry?

-si bañando a... ¡No! Digo... ¿qué quieres?

-Nada, amigo, sólo quería decirte que es noche de amigos-La pelirroja bufó y miró con advertencia a James.

-Lo siento amigo-palmeó su hombro-n-no p-puedo-como le costaba decir que no a una noche ¡Una maldita noche! de amigos, pero estaba atorado-prometí que esta vez acompañaría a Lily al cumpleaños de los Dursley.

-Vaya, que mal por ti, mis condolencias.

-¡Ya vete de aquí patoso!

-¿Estás seguro que le das la atención requerida?

-Canuto, cierra el hocico-masculló James. Quiso atraparlo para darle un coscorrón pero el muy maldito se había lanzado de cabeza hacia la chimenea.-Merlín me ayude...-en cuanto escuchó el grito de su amada llamarlo.

~*~

-¡Lunático, Lunático, querido!-canturreó con sus brazos abiertos de par en par en la puerta del humilde hogar de su mejor amigo.

-Lo lamente Sirius pero hoy no puedo.-éste quitó su sonrisa y bajó sus brazos de golpe. ¡Pero ni siquiera había dicho una palabra!

-¡¿Pero qué rayos sucede con ustedes?! ¡¿Qué pasó con nuestros días de gloria?!-Remus rodó los ojos y rascó el puente de su nariz, estaba llamando la atención de sus vecinos y si algo le molestaba de verdad, era tener sus narices sobre él.

-Terminaron. Dumbledore me ha dado un trabajo y estoy preparando las clases para el próximo mes.

-oh, el abuelo chiflado no está contribuyendo con nuestra diversión. Ya le he perdido respeto.

-Eres un exagerado, pero claro eso ya lo sabías, buena suerte-le cerró la puerta en la cara.

-Maldito Lunático-mascullaba antes de aparecerse en la casa de Peter, al menos esperaba que la ratita estuviera disponible, porque sería el maldito colmo de su maldita noche de amigos. Y así fue en cuanto se encontró con su regordeta madre, la amable señora Pettigrew. Al menos había recibido algunas galletas compensación.

~*~

Aburrido más que en toda su puta vida esperó a que se hicieran las siete, sentado en el sillón frente al reloj que no dejaba de marcar cada minuto, cada segundo, cada milésima del maldito tiempo, renegando y mascullando más malas palabras de lo que alguna vez pudo mencionar en toda su corta vida. Cansado de ellos subió las escaleras, sin importarle si por cada paso de troll que daba, despertaba a la bruja de su madre. Inconscientemente llegó a una habitación que juró y perjuró jamás pisar, pero el aburrimiento y la traición de sus mejores amigos lo obligó entrar.

"Regulus, Arturucs Black"

Las cosas seguían allí, con un hechizo de permanencia que lo había enrabiado más de una vez. Si algo deseaba con tanto fervor, era deshacerse de la esencia de aquel hermano que había tomado malos pasos cuando bien pudo sin esfuerzo seguir al lado correcto. ¿Qué sería de él en esos momentos? Dumbledore le había dicho que seguía con vida ¿Pero él estaba interesado realmente en saber su paradero? casado, con una hermosa familia a su lado, no sabía que pensar. En un pasado lo había odiado, sin embargo ya no sabía si seguía sintiéndolo con la misma intensidad.

-Niño estúpido.-susurró suspiró con nostalgia, recordando inevitablemente buenos tiempos; y salió de allí, después de todo sólo había dado un paso, un gran paso.

-¡Ya volvimos!-y mi recompenza, se dijo éste con picardía. Que rápido olvidaba una traición.

¡Una Nueva Sección se avecina para el Blogg!

 ¡ASÍ ES! Una Nueva Sección se Avecina para el Blogg, ¿de qué se trata? Bueno, si eso es lo que quieren saber, entonces les presento la súpe...